domingo, 8 de diciembre de 2013

Cambio en el montaje



Raging Bull no sería la misma sin el montaje de Thelma Schoonmaker, no sentiríamos con la misma fuerza cada golpe, ni despertarían las mismas emociones en cada uno de nosotros. Es casi inconcebible, imaginar las escenas de peleas con un montaje del tipo casino o taxi driver. Donde la ralentización, la calma, y la duración de determinadas imágenes en pantalla, eran esenciales para mostrar el nivel de violencia habitual del italoamericano.

En el documental The Cutting Edge, se refleja la importancia de la posteriormente reconocida dupla Schoonmaker-Scorsese. Ambos hablan sobre sus experiencias en los procesos de montaje. Scorsese cuenta que sin Thelma, no se podría disfrutar del ritmo impecable de films como Raging Bull, comentando ser muy enamoradizo de la imagen, lo que le hacía sentir la necesidad de mantener ciertas cosas en pantalla por un mayor tiempo.

En largos como Taxi Driver, nos deleitamos con una violencia en cámara lenta, preguntarse si esto tiene que ver con la influencia western sería una opción tentadora, pero a mí parecer esto tiene que ver más con el estilo del director. Que, si bien, nos muestra lo estrictamente necesario, tiende a recalcarnos los elementos que desea en períodos largos.

Sin embargo, en Raging Bull somos espectadores de un film más rápido, lo que ayuda a sobreentender el nuevo tipo de mafia presente en la pieza, una de perfil más bajo, comparada a los trabajos previos. Lo que podría deducirse como la lucha entre los estilos de Schoonmaker y Scorsese, sobre qué tanto necesita ver el espectador para llegar a ciertas conclusiones.

En esta oportunidad el montaje permite que nos enfoquemos más en  el proceso de redención que vive La Motta, sin desviarnos hacia historias secundarias. Que aunque son importantes, de observarlas, no se podría comprender las distintas etapas de Jake, sobretodo su fuerte autocrítica. Tampoco, soportaríamos en ocasiones el monocromo, ni sentiríamos la misma carga emocional de la violencia, punto de partida de este Toro Salvaje.


Jeithsibel Peña

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