Casino muestra varios elementos
que ya, para 1995, se veían en muchas de sus películas. El color, de nuevo, nos
ayuda a comprender las emociones de los protagonistas. La violencia, tanto en
sus películas como en la realidad de la mafia, sigue presente. Con ella, la
sangre se mantiene como una constante visual en su estética y está siempre, por
supuesto, la influencia de la religión y la cultura italiana en sus películas.
Pero hay un elemento que se esconde tras las
acciones de sus personajes: la doble moral. Sam, por ejemplo, menciona
repetidas veces la palabra “confianza” y cómo esta es un pilar fundamental en
sus relaciones; sin embargo, para mantener su vínculo con Ginger, lo material
siempre está por encima del resto. Al igual que su pareja, la devoción se
demuestra únicamente en lo corpóreo y tangible, mientras que la “confianza” se
ve traicionada por ambas partes (él, por espiarla; ella, por traicionarlo).
Santoro, sin embargo, es el que
tiene mayor facilidad para la traición. Mientras se viste con un camuflaje de
amistad, el mafioso no se muestra dubitativo nunca mientras mantiene la
relación con Ginger. La doble moral acompaña también a los personajes de
Goodfellas, cuyas características son fácilmente comparables con Casino. La
visión del divorcio como algo salvaje y la percepción del engaño como menos
grave que una separación demuestra cómo el ajuste oportuno de la moral termina
en una doble interpretación.
El elemento último en la doble
moral es la religión. En la escena previa al asesinato de la socia de Mr.
Green, aparece una figura religiosa de
fondo. En Mean Streets, la religión está presente durante todo el filme, no por
ello impide la violencia y crueldad de sus personajes. Así, también las creencias católicas se distorsionan para moldearlas y hacerlas encajar en un código que manejan los personajes de Scorsese. Sus acciones atentan por completo con los mandamientos cristianos y su visión de esto es indiferente, en una especie de visión intransigente.
Esto es, sin embargo, el
ambiente natural de la mafia, que crea sus propias normas y de las cuales no se
puede salir. Santoro en Casino, paga por ello. Johnny Boy en Mean Streets, paga
por ello. Tommy DeVito de Goodfellas…
Fabiola Ferrero
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