Travis es un personaje que
vive en una constante contradicción. Se queja de los drogadictos, prostitutas
que plagan las calles, pero a la vez, el consume alcohol en las calles, consume
pastillas regularmente, va a cines pornos y monta prostitutas en su taxi.
Travis dice que quiere tener una vida como la que todo el mundo tiene, eso es,
el común reflejo de la felicidad. Pero hay algo que se lo impide, y es
precisamente su personalidad completamente excluida de las convenciones
sociales. Invita a Betsy al cine (ahí cumple con una salida tradicional) el
problema es que la lleva a ver cine porno, y es allí el quiebre con lo
tradicional. Sin embargo, él parece no darse cuenta de que lo que está haciendo
es inapropiado. Es alguien muy básico y primitivo, como el cine que ve.
También hay una limitación
que parece tener, y es la de su inteligencia, o puede ser, su educación. En
varios momentos se revela su desconocimiento y desinterés: Cuando va a seducir
a Betsy en su mostrador de Palantine, demuestra completo desinterés político.
Hay un conversación que se torna un poco confusa con el chiste que Travis hace
y que luego Betsy hace una analogía de él, pero que luego Travis no comprende,
por más de que es simple.
Hay algo que resulta muy
vago en Travis, como incomprensible y desprendido. Lo que le comenta a Betsy
sobre su amigo de campaña. Se atreve a decir que no la respeta y que además
existe entre ambos una desconexión porque él lleva su energía a los lugares
equivocados. Luego le dice que, en cambio, entre él y ella sí hay algo. Son
vagas y “místicas” aseveraciones que dice con mucha certeza a alguien que
apenas conoce. Es una parte como ilusoria y ficcional de Travis y que no parece
estar consciente de ella.
Por otra parte, es un personaje invadido por las opiniones de los demás, y que hacen cegarlo por momentos: sus amigos le cuentan sobre el tener armas, esto lo deja pensando, y más adelante se ve comprando armas. Un amigo hace un comentario racista y luego se ve a Travis fijado en los negros de las mesas de en frente.
Llama la atención cómo a
Travis no pareciera importarle las opiniones de los demás, ya que no participa
en ellas, pero luego se ve cómo en realidad es todo lo contrario, está
demasiado influenciado por lo que los demás digan: Sus amigos comentan sobre el
tener o no tener armas, él permanece callado. Pero luego compra una cantidad
exagerada de armas. Un pasajero le cuenta que va a matar a su novia, y después
se ve que Travis llega a matar. Es una especie de outsider y al mismo tiempo
seguidor atormentado de las opiniones de la gente. Pareciera que buscara una
especie de aprobación al buscar los objetos y gustos con los que otros se
identifican
Hay dos escenas que
representan los estándares de lo que debería ser y lo que no debería ser según
Travis:
La primera: Travis viendo en la tv personas bailando una balada románticamente abrazados. En la otra, una escena donde muestran en el televisor a una mujer que le dice a su esposo que deben divorciarse porque sale con alguien más. Travis, lleno de ira, tumba el televisor al piso.
Es la realidad idealizada e
inquebrantable de Travis, contra lo que sucede realmente fuera de ese marco. En
la carta que manda a sus padres diciéndoles que se encuentra con buena salud,
novia y un trabajo para gobierno, demuestra todo lo que él considera que la
sociedad piensa que debería ser lo correcto, y en realidad lo único verdadero
en su vida es el trabajo pero de taxista.
Travis se convierte en un
vengador de lo que odia de las calles por medio del asesinato de Sport, el
proxeneta (que piensa que se mete heroína)y sus ayudantes, menos a Iris. Como
si destruyendo todo lo que rodea a Iris fuera a corregirla y evitar que siga
siendo una prostituta, algo de lo que ella no quiere ser salvada. Así como el
piensa que teniendo un trabajo para el gobierno, novia, y mucho dinero va a
hacerlo una mejor persona.
Los asesinatos salieron publicados en un periódico y colocaron a Travis como el héroe que liberó a Iris. La realidad es que Travis pensaba matarlos a todos y luego suicidarse, una manera de liberarse por partida doble de sus tormentos morales. Sin embargo, es posible que Travis se haya creído para sí mismo la historia del periódico. Este lo posicionó como lo que siempre había deseado, ser alguien socialmente reconocido. De seguro la redención perfecta según su mundo del parecer.
Marisabel Suárez
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