“Todos los animales salen en la noche. Prostitutas,
pordioseros, sodomitas, travestis, maricones, drogadictos, toxicómanos. Todo es
asqueroso y venal. Algún día una lluvia de verdad se llevará toda esta basura
de las calles”.
Este primer monólogo de Travis Bickel nos deja entrever la
fuerte posición que sostiene frente a la sórdida y corrompida ciudad en la que
vive. En esta película (Taxi Driver), Scorsese nos muestra una oscura y sucia ciudad
de Nueva York, algo contrario a lo que estamos acostumbrados a ver en el cine. A
diferencia de las películas anteriores, deja a un lado el tema de la mafia
italo-americana, para reflejar la vida de un perturbado taxista, recién llegado
de la guerra de Vietnam.
Travis Bickel es una persona perturbada, que sufre de
insomnio y tiene cierto afán por ver películas para adultos en el cine. Tiene
una vida vacía y al mismo tiempo llena de pensamientos trastornados que rondan
constantemente en su cabeza. En el día camina por las calles, sin rumbo y por
las noches decide ponerse a trabajar como taxista, ya que no puede dormir.
Travis es un ser solitario, en busca de compañía, amor y tal
vez, un lugar en la sociedad. Como todos aquellos que regresan de una guerra,
sufre al incorporarse en el orden natural de la sociedad. Él toma una visión distinta
de la realidad y considera que la ciudad necesita una gran lluvia que limpie
toda la basura que permanece ahí. Esta lluvia representa un evento contundente
que haga reflexionar a sus habitantes, es algo que será peor que lo que ya
reside ahí. La decadencia que aprecia en las calles, mientras maneja su taxi,
produce en él cierta alienación y el sentimiento de considerarse ajeno a la
sociedad. Eso es lo que lo lleva a la locura y a la paranoia. Tanto así, que se
considera superior al resto, por lo tanto se siente en la capacidad de
juzgarlos y condenarlos.
En toda la película sintió la necesidad de hacer algo
grande, algo que marcara una pauta, o que cambiara la manera de pensar de las
personas. En el momento en el que entra a una tienda y es atracada por un
muchacho de color, se siente en la capacidad de reaccionar, y tomar la justica
en sus propias manos.
Comenzó por pretender hacer algo malo, como matar a un
candidato de la presidencia, y terminó siendo un héroe, sin quererlo. Él se
adjudicó el derecho de armar un juicio en su cabeza, en el que el culpable
principal era la sociedad y decidió la condena necesaria para hacer cambiar a sus
habitantes. Al final, decide ayudar a salir del mundo de la prostitución a una
niña de 12 años, matando a todos los involucrados. Puede que haya terminado
haciendo eso, porque de alguna manera la redención fue aquello que lo impulsó.
Andrea Hernández
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