En Taxi
Driver, Scorsese nos presenta un drama
urbano y existencial en el que Travis,
interpretado por Robert De Niro, es joven veterano de guerra que trabaja como taxista
durante las noches, que posee una conducta auto-destructiva y problemas de adaptación
social. Está obsesionado con la “limpieza social” de las calles de New York, una
ciudad corrompida que cobra vida al caer la noche y en la que se ambienta la
decadencia humana.
Insatisfecho
y en conflicto por encontrarle un sentido a su vida, Travis no es capaz de identificar
su problema y es por eso que se lo adjudica a un factor externo como lo es la corrupción
de la ciudad. Sin embargo, hace algunos intentos por mejorar su vida emocional
y social pero fracasa. Es cuando decide en un intento más radical, que será él
quien “limpie” las calles.
Casi por
casualidad es que Travis se dispone a “liberar”
a Iris, interpretada por Jodie Foster, cuando es dominado por un impulso al ver
truncado su plan, que en un principio era el atentado contra el candidato Palantine.
Es así como se dirige al lugar donde encontrará a Iris y asesinando a todo el que
se interponga, logra su misión y una vez terminada intenta suicidarse. Lo
paradójico es entonces, que teniendo las características del antihéroe, termina
siendo considerado un héroe por haber salvado a la joven de su proxeneta, a
pesar de que realmente su intención era otra.
Paola
Gabaldon.
Yo creo que Travis, no es más que la definición de reivindicación que Scorsese tanto anhela en el ser humano, ya que, a pesar de la locura y todo los aspectos negativos de Travis, al final, libera a Iris y al mismo tiempo se libera él, limpia su culpa con la sangre del proxeneta. Mariángel Rodríguez.
ResponderEliminar