He aquí una invitación para jugar con la obra del director
Martin Scorsese.
Imaginemos un gran juego de memoria en el que cada carta
representa algún cortometraje, largometraje, episodio de seriado o documental
del director ítalo-americano.
Entonces, tomas una carta y te sale Raging Bull. Tu misión ahora es hallar la carta que tenga la obra
de Scorsese que más se le parezca a Raging
Bull (mientras más semejanzas encuentres, más oportunidades tienes de
ganar). Digamos que decides buscar New
York New York, pues ambas películas narran la historia de hombres que se empeñaron
tanto en convertirse en el número 1 de su profesión, que provocaron problemas
en otros ámbitos de sus vidas.
Ahora es mi turno de jugar. La primera carta que tomo
resulta ser la de The Aviator. Me
tomo unos minutos para pensarlo en frío. Después de considerar varias opciones,
decido irme por el camino más riesgo sopero al mismo tiempo más divertido: No Direction Home: Bob Dylan.
Fue una decisión arriesgada. Quizás no gane el juego. En
primer lugar estamos hablando de dos géneros completamente diferentes, cine de
ficción y cine documental. Ahora bien, precisamente aquí es donde logro percibir
la primera semejanza. No Direction Home
es el documental biográfico de Bob Dylan, y ¿acaso no es The Aviator una película biográfica del ingeniero aeronáutico y
productor de cine, Howard Hughes?...
Punto para mí
Para continuar, argumentaré que en ambas obras se hacen
evidentes movimientos culturales y sociales importantes. De más está decir que No Direction Home muestra el surgimiento
de un ídolo musical controversial, convocador de masas e influyente, y que The Aviator nos traslada a los primeros años
del cine y al impacto que este trajo consigo y con sus cambios o evolución. De igual forma es necesario resaltar el trasfondo
político, social y económico que envuelve a ambas épocas. Bob Dylan, por ejemplo, situó algunos de sus
éxitos musicales bajo el contexto de la crisis de misiles de Cuba y Howard
Hughes mantuvo una lucha interminable con la compañía que llevaba el monopolio
de los viajes transatlánticos, Pan Am y con el gobierno americano, cuyas leyes
limitaban el desarrollo del ideal de Howard
Punto para mí
Ahora bien, se sabe que Scorsese hizo el documental con
material inédito que recopiló el manager de Bob Dylan, Jeff Rosen, es decir que
su labor fue dirigir el montaje y la edición del material audiovisual, lo cual
no le quita méritos por sus trabajo pero si limita un poco la manifestación de
los planos, rústicos y raros, que caracterizan al director. Por otro lado, The Aviator indudablemente refleja la ocasión
que tuvo Scorsese para explorar su lado creativo y satisfacer sus caprichos
audiovisuales
Medio punto para mí.
Por último pero no menos importante, en ambas obras se
destaca el carácter excéntrico de sus personajes. En una esquina vemos a un
músico compositor que está comprometido con hacer llegar un mensaje que incite
a sus seguidores, y a los no tan seguidores, a cambiar de mentalidad y que está
convencido de que todas sus canciones son de protesta (a diferencia de lo que
pensaban algunos), y en la otra esquina tenemos a un insólito visionario que
nunca estará satisfecho con sus logros profesionales y que será capaz de hacer
lo imposible para mantener su título de número 1, sin importar que eso implique
tomar decisiones que arriesguen tanto su vida personal, como su carrera y la
carrera de sus aliados.
Punto para mí
A decir verdad, podríamos encontrar muchísimas semejanzas entre
obras aleatorias de Scorsese; después de todo, estamos hablando de la visión de
un mismo hombre que, a pesar de que puede transformarse con el pasar del
tiempo, mantiene unos principios básicos
que seguiremos identificando en todas sus creaciones.
Es así como No Direction Home será the way of the future
Por: Marianna Di Pasquale
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