viernes, 21 de junio de 2013

Siempre he querido ser un Gangster

Por Sergio Barreto

Antes de ver Goodfellas mi principal referencia de Martin Scorsese era la extraordinaria Taxi Driver. Pasé años creyendo que este italoamericano no había hecho nada mas interesante en su inmensa filmografía. Estaba equivocado y todavía me arrepiento por ello. Después de ver Goodfellas supe que jamás prestaría el dvd del film, porque no dudaba que entraba en la lista de las mejores cosas (jamás prestables) que ha pasado por mis ojos.

Goodfellas o Uno de los nuestros, cuenta la historia del ascenso de Henry Hill () en la mafia que operaba en su vecindario, desde que era un niño hasta sus últimos días torciendo el brazo duro de la ley. También se trata de una historia de una amistad inquebrantable, de cultura, valores y costumbres italianas que prevalece en el grupo de delincuentes, donde se encuentra James Conway (), Tommy de Vito (), entre otros.

Después de haber visto películas como Whos thats knocking at my door o Mean Streets, entiendes que los conceptos de amistad, compañerismo, mafia y sangre italiana siempre han estado presentes. Pudo haber sido una película de Western a la perfección pero en vez de pistoleros con sombreros son pistoleros italianos con trajes de gala. La lealtad con los amigos de toda la vida no se cambia por nada.

Otro aspecto interesante de Goodfellas es el papel de la Mafia. Quizás pudo ser una historia como El Padrino pero dista de serlo y a un modo espectacular porque la mafia es tan humana y sencilla que el espectador sin ser mafioso (ni italiano) la entiende. Scorsese humanizó a la mafia italiana de una forma espectacular, que sin duda alguna marcó mi vida desde el primer momento en que Henry Hill me dijo que: "Desde pequeño siempre quise ser un gangster".



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