Encuadre simiar al cuadro "Virgen con el Cristo a cuestas" |
Bringing out the dead se presenta
como una obra que, si bien tiene elementos que se repiten en otras obras de
Scorsese, como Taxi Driver o Goodfellas, contiene otros que la hacen
particular.
La música es uno de los elementos
más atractivos de este largometraje. La canción “T.B. sheets” de Van Morrison,
la cual coloca al inicio y funciona como hilo conductor durante la película,
narra la historia de una persona que se encierra dentro de una habitación producto de una profunda depresión. “And I can almost smell your T.B. sheets”
parece recordar el pasado depresivo de
Scorsese y sus problemas con las drogas.
“The September of my dreams” de
Frank Sinatra, canción que utiliza Frank (Nicolas Cage) para revivir al Sr
Burke, hace una analogía entre la melancolía, el recuerdo y las ganas de vivir.
Scorsese nos quiere mostrar cómo el recuerdo puede hacer regresar a una persona
de la muerte, pues “The september of my dreams” regresa a la vida al Sr Burke tal
como ese septiembre lo hace con Sinatra y los recuerdos lo hacen con las personas.
Ambas canciones, junto a “These
are days” de 10 & 000 Maniacs y “Janie Jones” de “The Clash", son un
contraste que lleva al espectador a una montaña rusa de emociones: desde la
melancolía y la añoranza hasta la locura y la alegría.
Otro elemento particular de esta
película es la muerte de Rose como elemento catalizador. Mientras en Taxi
Driver, Ranging Bull y Goodfellas los personajes carecen de un elemento que
haya marcado sus vidas, pues estos luchan contra sus conflictos internos,
sus dudas y sus pecados, en Bringing Out The Dead el personaje principal
justifica su transformación con un hecho trágico, que lo marca y lo persigue
durante el resto de su vida.
La ambulancia parece ser, además
de una herramienta para salvar vidas, el tren con el cual Scorsese recorre su
infancia en Nueva York. Prostitutas, drogadictos, el “Hospital de Nuestra
Señora de la Divina Misericordia” que le recuerda su pasado religioso, y los
indigentes, (personificado en la figura de “Noel”) forman parte de un viaje al
pasado “donde había más fantasmas por metro cuadrado que en ningún otro sitio”,
tal como dice Frank en uno de sus relatos.
Existe otro elemento que se repite
en las películas de Scorsese y es la salvación como objetivo máximo, algo que
se refleja en la historia de Mary Burke. Además de esto, existe una intención
de mostrar el carácter mesiánico de Frank al querer salvar a las personas: “Salvar
la vida de alguien es como enamorarse, es la mejor droga del mundo”; “Dios ha
pasado por ti. ¿Por qué negar que por un momento tú eras Dios?”, son algunos de
los enunciados que refuerzan su intención.
El momento en el que Frank parece
redimirse es cuando se lava la cara con tres jabones de olores distintos, pues el lavado se muestra como un símbolo de despojo. Según él, “Sintió como si hubiese salvado la vida de alguien”; es decir, sintió
como si hubiera purificado su alma y hubiese vuelto a nacer. Este momento le
permitió al personaje continuar con su labor sin que le persiguiese, ni la
imagen de Rose, ni el sentimiento de culpa.
Todos estos elementos se combinan
en torno a una historia que rememora la historia personal de Scorsese y combina
sus miedos, su pasado y sus sentimientos junto a su visión de la vida, que no
es otra sino amar, hacer el bien y ayudar a los demás.
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