viernes, 24 de enero de 2014

Tres noches en el infierno

Para nadie es sorpresa que dentro de un filme como "Bringing out the dead" o como su pésima traducción al español "Al limite" se muestren las perturbaciones mas grandes de su director, si bien mucha gente ha comparado esta película con la joya de  Scorsese Taxi Driver, en esta oportunidad vemos que se puede ser mas pesimista conforme pasan los años, de unos 70´s psicodélicos pasamos a unos 90´s simplemente infernales. 

En esta oportunidad la ciudad de New York  es un gran basurero lleno de cuanta alimaña humana puede existir, prostitutas, proxenetas, indigentes y drogadictos son parte de la fauna diversa que se pasea por las calles de este triste ambiente. El protagonista Frank Pierce, encarnado por Nocolas Cage, es un conductor de ambulancia con la mala costumbre de intentar salvar vidas, lo que lo lleva a vivir rodeado de fantasmas y culpas que lo perturban y llevan al limite de la locura. Frank, sin embargo, no esta solo en esta aventura, su infierno tiene tres compañeros, cada uno con su propia visión de la vida:

El primero es un hombre de familia, al cual solo le preocupa la cena, es el compañero de aventura la primera noche en este infierno, un hombre que le regala un toque de esperanza en el futuro y a la vez es el único que le muestra a Frank en lo que se esta convirtiendo, una actuación limp
ia y maravillosa de John Goodman interpretando a Larry.

La segunda noche tenemos a uno de los personajes, que se podrían llamar clásicos dentro de la filmografía de Scorsese, un Italo-Americano  llamado Marcus, que denota toda la religiosidad en una expresión casi delirante, un hombre que se hace insoportable para el personaje de Cage y su misión de salvarle la vida a todo el mundo. Un hombre que le aporta un pensamiento particular a la muerte y que plantea paradojas en
cuanto a por que salvarle la vida a quienes deciden convertirla en vicios y destrucción.

El infierno se desata completamente la tercera noche, un Frank transtornado se presenta manejando su ambulancia en las calles de este basurero llamado ciudad, su compañero en esta oportunidad es Tom Sizemore, el que interpreta al demencial personaje que muestra un mundo de drogas y psicodélia, donde se explaya el vicio a su máxima expresión, la demencia total y donde Frank abraza la droga y cae derrotado ante ella.

Como siempre sale a relucir la droga, la decadencia y la demencia en las historias de Scorsese, llenando la pantalla de biografía mezclada con ficción donde lo que no es real logra parecer serlo y lo real se confunde con la ficción. 

Por: Jorge L. Hernández Monasterio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario